miércoles, 17 de marzo de 2010

Día de lluvia

Hay tanto espacio. Espacios, no pertenecen a ningún otro. Espacios. Espacios. Igual a mi te entregas y bailo la danza del aire desnudándome el cuerpo. Estoy recorriendo el sendero que mis pies dibujan, coronando con mis labios todos los besos que no pienso perderme por nada del mundo. Juego a beberme tu aliento cuando te quiebras en mi sexo de espuma y ceniza mojada. Hueles a mi en tus manos, ahora; siempre que tus dedos jueguen a hacerle un altar a mis inundaciones. Vuelvo, marcada por el vicio de tus transgresiones, atrevesada por la lluvia y el frío aniquilante de saberme incinerada por tu lengua, ahora mueves los rayos de mis luces, se los traga tu garganta, muevo las esquinas de tus sombras. Mudarte a mi cintura provoca desvarios, s i l e n c i o s, a v a l a n c h a s. Corre! o te quedas sin palabras y sepultado. Vuelve, tumbado a mis orillas te sobra la palabra y la ausencia.

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